Retorno del Campeonato del Mundo de Motocross a Europa, tras la disputa de dos carreras en Indonesia, y sensacional actuación de Iker Larrañaga, quien en la primera manga del Gran Premio de la República Checa estuvo peleando por la quinta posición durante algunas vueltas para finalmente cruzar la meta séptimo.

La cita tenía lugar a unos 130 kilómetros de Praga, en el bien conocido circuito de Loket, de 1.586 metros, y allí Iker demostró haber recuperado el ritmo del que disfrutaba antes de su lesión de muñeca, a pesar de que la suerte no quiso acompañarle en la segunda manga.

«Por fin llegábamos a un circuito de motocross en condiciones, con relieve, buenas subidas y bajadas, baches, buen terreno, bien preparado… nada que ver con lo que habíamos tenido en Indonesia. Yo me encontré a gusto desde el primer momento y en los entrenamientos cronometrados pude hacerme con el décimo mejor registro, lo que me dio bastante confianza para todo el fin de semana.

En la primera manga me coloqué al lado de Prado y realicé una buena salida, situándome quinto. Durante varias peleé duramente por mantener mi posición y al final fui séptimo en el paso por meta, tras vivir batallas muy bonitas, sobre todo, con Adam Sterry. En cuanto a la segunda, terminé un poco decepcionado, por cuanto que nada más arrancar tuve un toque con otro piloto y me quedé muy rezagado, en el puesto 26, debiendo remontar hasta la décimo sexta plaza y agotando mis fuerzas en ello. Pero en fin, en la clasificación general del Gran Premio acabamos tres pilotos empatados a puntos en la novena posición y eso es muy positivo. Espero volver a cuajar un buen papel el próximo domingo sobre la arena de Lommel».