Para los especialistas del enduro extremo de máximo nivel como es Mario Román, la práctica del trial constituye casi una obligada forma de entrenamiento y el piloto madrileño tiene en mente este año incluso tomar parte en algunas competiciones, entre ellas, los Tres Días de Santigosa, el próximo mes de abril. Veamos qué nos comenta al respecto.

«Todos los pilotos punteros en el plano internacional del enduro extremo, hemos pasado, de una forma o de otra, por el trial, con la excepción de algunos sudafricanos. Y hay ciertos sectores de la Erzberg, la Hixpania, o la Getzen Rodeo en los que esos mismos pilotos sufren bastante, aunque el resto son obstáculos, tanto naturales como artificiales, dificilísimos, pero que una persona que los haya practicado mucho con la moto de enduro los puede superar. Los sudafricanos llevan toda la vida compitiendo en una especialidad campo a través que ellos denominan «off road» y en la que afrontan verdaderas barbaridades. Sin ir más lejos, mi propio compañero de equipo en Sherco Wade Young hacía estas carreras y montaba por la montaña desde que tenía seis años, de modo que allí tienen mucha experiencia, siendo un poco la excepción, en cuanto a que no han pasado por el aprendizaje del trial. Y aunque en el enduro extremo te encuentras un ochenta por ciento de carreras que digamos son «endureras difíciles» y solo un veinte por ciento que son trial puro, para el resto de los pilotos el tener cierto nivel de trial verdaderamente marca la diferencia.

Sobre la pregunta que algunos se hacen sobre si tendría sentido salir en alguna carrera de enduro extremo con una moto de trial, en lugar de con una de enduro, os diré que, por ejemplo, en la Getzen Rodeo, sí se puede ir un pelín más rápido con una de trial, pero muy poco más. Aun cuando con ella algunas cosas se hacen más fácilmente, luego en los cortados grandes te falta motor y suspensión. Hay un piloto en Suecia, Eddie Karlsson, que en dos ocasiones se ha enfrentado a mí llevando una Cota 4RT con asiento y volaba, pero nuestro ritmo al final era muy similar: él me superaba en las partes más técnicas y yo recuperaba en las secciones de enduro. Por otro lado, las subidas que puedes encontrarte en carreras como la Erzberg son tan brutales que ni el mismísimo Toni Bou podría llegar a hacerlas con una trial, simplemente, por falta de potencia».