Tras su sonada victoria en El Inka hard Enduro peruano, Mario Román tenía el tiempo justo para regresar a España y, sin apenas descanso, hacer de nuevo las maletas y viajar a Estados Unidos, donde, en las inmediaciones de Decatur, Texas, iba a disputar la primera puntuable para el Campeonato AMA de «Extreme Off-Road», el Kenda Rev Limiter Extreme Enduro.

Allí, en el pedregoso escenario del Rocky Ridge Ranch, le aguardaba el sábado una primera ronda de clasificación y otras dos nuevas etapas el domingo, concluidas las cuales tenía lugar ya la gran final, con solo 25 hombres tomando la salida juntos para cubrir un corto recorrido en el que Mario lograba el tercer lugar. Así nos narraba su experiencia en tierras americanas: «hacía tiempo que no nos enfrentábamos a unas condiciones tan duras. Por un lado, estábamos a ocho bajo cero y, por otro, el terreno era súper deslizante, con un tipo de piedra muy especial, muy plana y que patina mucho, y en la que además se pega mucho el barro. Aun salvando las diferencias en cuanto a temperatura, el escenario resultaba similar al de otra carrera que hacemos en verano en Estados Unidos, la Tennessee knockout, en la cual también suele llover, formándose un lodo sobre el que cuesta manejarse. 

La verdad es que he pilotado bien, siempre muy cerquita de Cody Webb, que estaba muy fuerte y era el piloto a batir aquí en América. Con él y con mi compañero de equipo Wade Young he estado luchando en todo momento y al final, tras continuos cambios de posición, he terminado tercero. Estoy muy satisfecho, las cosas han funcionado bien, nuestro equipo de aquí en Estados Unidos ha hecho un gran trabajo, y después de mi triunfo en El Inka y este nuevo podio me voy muy contento, deseando llegar a casa y pensando ya en la preparación de las siguientes carreras. La semana próxima tengo una del Campeonato Portugués y luego ya cesa la actividad hasta primeros de abril».