«Tras haber descansado en octubre, yo empecé la pretemporada en noviembre y a lo largo de ese mes hicimos solo físico, sin tocar la moto para nada. Estuvimos trabajando en Italia, a una considerable altitud y haciendo bicicleta, carrera a pie, natación, gimnasio… y todo ello, complementado con una buena alimentación. Es en diciembre cuando por lo general ya comenzamos a coger la moto, pero al principio sin ningún plan específico, simplemente rodando y adaptando el músculo a las exigencias propias del motocross. 

Larrañaga posa junto al cartel de Red Sand

Durante la preparación de la temporada, Iker Larrañaga posa junto al cartel de Red Sand

Durante la última semana del año se incrementan las cargas de trabajo, realizándose ya mangas de una duración específica y sentando las bases de lo que va a ser el entrenamiento a lo largo de enero. Ahora mismo pues estoy inmerso en esa fase final de preparación, que resulta muy dura, puesto que hacemos muchísima moto, repitiendo una y otra vez el esquema de dos días seguidos montando, más uno de descanso. 

Hay pilotos que ya desde noviembre están en los circuitos,  pero nosotros lo planteamos como he descrito para que cuando llegue el verano, conservemos alta la motivación y las ganas de montar, porque la temporada es larguísima y corres el riesgo de que se acabe la motivación y termines aborreciendo la moto. Lo que estamos haciendo es esperar hasta el último momento, de manera que a las primeras carreras del año llegamos un poco justos y luego vamos cogiendo la forma. Si en enero estás a tope… ¡mala señal! Hay que situarse en el 70 o el 80 por ciento de nuestro límite y después ir subiendo de nivel paulatinamente.

Por supuesto, además de hacer horas y horas de entrenamiento, también intentamos mejorar nuestras cualidades como pilotos, trabajando, por ejemplo, el equilibrio, que lo desarrollamos en buena medida con ejercicios sin moto, y también tratando de aplicar técnicas concretas de conducción, como puedan ser la de aprovechar con mayor decisión el apoyo de las rodillas o la de situar los pies en una posición retrasada sobre los estribos para amortiguar mejor. Incluso algunos días rompemos nuestro esquema de entrenamiento habitual y los dedicamos solo a la técnica de pilotaje.

Añadir, por último, que en el seno del equipo Marchetti KTM con el que disputo el Campeonato del Mundo contamos tanto con un preparador físico como con un entrenador de moto, que es Matteo Bonini, expiloto del Mundial y que nos guía sobre la manera idónea de hacer las cosas, además de corregirnos si observa que fallamos en algo desde el punto de vista de la conducción».